5 de diciembre. Viernes de la I Semana de Adviento, nos vamos preparando para el nacimiento de Jesús.
Hoy celebramos la onomástica de los que llevan por nombre: Sabas, Anastasio, Basso, Crispina, Crispino, Elisa, Félix, Geraldo, Juan, Julio, Lúcido, Nicecio y Pelagio.
Primera Lectura
Lectura del libro de Isaías (29,17-24):
ESTO dice el Señor:
«Pronto, muy pronto,
el Líbano se convertirá en vergel,
y el vergel parecerá un bosque.
Aquel día, oirán los sordos las palabras del libro;
sin tinieblas ni oscuridad verán los ojos de los ciegos.
Los oprimidos volverán a alegrarse en el Señor,
y los pobres se llenarán de júbilo en el Santo de Israel;
porque habrá desaparecido el violento, no quedará rastro del cínico;
y serán aniquilados los que traman para hacer el mal:
los que condenan a un hombre con su palabra,
ponen trampas al juez en el tribunal,
y por una nadería violan el derecho del inocente.
Por eso, el Señor, que rescató a Abrahán,
dice a la casa de Jacob:
“Ya no se avergonzará Jacob,
ya no palidecerá su rostro,
pues, cuando vean sus hijos mis acciones en medio de ellos,
santificarán mi nombre,
santificarán al Santo de Jacob
y temerán al Dios de Israel”.
Los insensatos encontrarán la inteligencia
y los que murmuraban aprenderán la enseñanza».
Palabra de Dios
Salmo
El Señor es mi luz y mi salvación.
Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Mateo (9,27-31):
EN aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús, gritando:
«Ten compasión de nosotros, hijo de David».
Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo:
«¿Creéis que puedo hacerlo?».
Contestaron:
«Sí, Señor».
Entonces les tocó los ojos, diciendo:
«Que os suceda conforme a vuestra fe».
Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente:
«¡Cuidado con que lo sepa alguien!».
Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca.
Palabra del Señor
San Sabas. Fue uno de los santos más influyentes y significativos del anacoretismo en Oriente. Nace en el año 439 en Mutalasca (Turquía). Es admitido en el monasterio de Flaviano donde recibe educación. Al tener edad, pide la admisión en el monasterio con dieciocho años. Con el permiso de su abad, en el 457, marcha a los Santos Lugares y conoce los desiertos de Palestina. Pasa el invierno en el monasterio de Pasarion. Se consolida en él el amor al silencio y a la austeridad y por ello pasa al monasterio de Eutimio, próximo a Jerusalén, y luego a otro dirigido por Teoctisto donde hay una estricta observancia y disciplina. Su vida cobra verdadera dimensión de anacoreta en el apartamiento de todo y de todos en su gruta. Allí consume el tiempo con la oración abundante, la penitencia recia y el trabajo de hacer cestillos. Acuden a él fieles de todas partes; con frecuencia, también presbíteros y obispos. Corre por el mundo cristiano el nombre de Sabas. El Patriarca de Jerusalén lo nombra exarca de todos los monjes, eremitas y anacoretas del desierto. Muere tal día como hoy en el año 532. Recordemos que en su tiempo aún no se había producido el cisma de oriente ni la invasión mahometana por lo que Turquía y los Santos Lugares eran cristianos. (s. V/VI).
San Anastasio.
San Basso.
Santa Crispina Tagorense mártir. En Teveste, de Numidia (Túnez, Argelia), madre de familia, la cual, en tiempo de Diocleciano y Maximiano, al no querer sacrificar a los ídolos fue degollada por mandato del procónsul Anolino. (S. IV)
San Crispino.
Santa Elisa virgen.
San Félix mártir.
San Geraldo obispo insigne por la restauración del culto divino y de las iglesias, y por la promoción de la disciplina eclesiástica. Murió haciendo la visita pastoral en un lugar lejano llamado Bornos. De Braga (Portugal) (s. XII)
San Juan Almond (Almond quiere decir almendra) presbítero y mártir inglés, que durante más de diez años ejercitó ocultamente la cura pastoral, hasta que, reinando Jacobo I, a causa de su sacerdocio fue ahorcado en Tyburn, no dejando de hacer limosnas incluso desde el patíbulo. Hasta la reina Victoria en el siglo XIX no hubo libertad de religión en Inglaterra, y durante siglos estuvo prohibido el catolicismo, oprimían, torturaban y ejecutaban a los católicos, a los que ellos consideraban herejes. Pero en el imaginario colectivo quedará solo la Inquisición Española. (s. XVII)
San Julio mártir.
San Lúcido monje en el cenobio de San Pedro de Aquara. (s. X).
San Nicecio obispo.
San Pelagio monje (Pelagio es lo mismo que Pelayo).





























