
Ahora que es tiempo de aguas y se recargan los embalses y acuíferos con la borrasca Nelson, vemos como en otros tiempos, aproximadamente hace dos siglos y medio, el agua no era un bien tan escaso en nuestra querida Villa de Socuéllamos. Más bien al contrario, en algunas zonas del término se trataba de un inconveniente, porque amplias zonas del término quedaban anegadas haciendo imposible el cultivo. Todo esto cambió con la llegada de los regadíos provocando la bajada del nivel freático del acuífero, que bajó muchos metros, y la consiguiente desaparición de muchos humedales naturales.
Concretamente en donde hoy se sitúa la Piscina Municipal existía no hace tanto una laguna, "La Hoyuela", que era parecida a la que actualmente hay en Pedro Muñoz, pero más pequeña. Aquella se desecó llenandola de escombros allá por los años 70 y se hizo el Polideportivo Ramón Lodares y la Piscina Municipal en el sitio que ocupaba.

Pero volvamos a la historia. Un francés, el Vizconde de Flavigny traduce, a finales del siglo XVIII (1.776), un libro, Introducción a la Historia Natural y Geografía Física de España. La traducción del original en español de "Guillaume Bowles".
En este libro aparece mencionado nuestro pueblo como lugar en que el agua es muy somera, habla de 2 o 3 pies. Teniendo en cuenta de que un pie mide aproximadamente 30 cm. estaríamos hablando de que en aquella época se encontraba el agua en Socuéllamos a menos de un metro de profundidad.
Traduzco literalmente en el pobre francés que conservo del que me enseñó la Hermana Cristina Rebato.
"A dos leguas de San Clemente se comienzan a ver juncos, que anuncian que el agua esta cerca de la superficie; y en efecto en Socuéllamos, que está a dos leguas más adelante en la misma llanura, se encuentra el agua a dos o tres pies de profundidad; pero en Tomelloso, que está a cuatro leguas, no hay ni agua ni juncos, y los pozos tienen mas de cien pies de profundidad. Una cosa bastante singular de estos pozos, es que son inagotables, aunque solo contengan cinco o seis pies de agua. De Tomelloso se llega, en una hora a Lugar Nuevo (Argamasilla de Alba), situado en las orillas de la famosa ribera del Guadiana, y a tres leguas de su nacimiento."

Aunque tranquilos, la borrasca Nelson empezará a remitir a partir del Lunes de Pascua en que el tiempo se irá apaciguando. Consolémonos de las procesiones suspendidas o deslucidas por el tiempo con el agua caída que nos viene de perlas.