Advertencia: la lectura del siguiente artículo puede herir la sensibilidad del lector desavisado.
Las cascarrias son pequeñas pelotillas resecas de heces que se agrupan en torno al vello que se extiende desde el pubis hasta el esfínter anal por una zona conocida popularmente como “fore” o “foret”.
Evidentemente, los portadores de las mismas no se distinguen por abusar de la higiene personal. Ya que la formación de la cascarria requiere un largo período de ausencia de agua y jabón, cosa que sólo los más perseverantes consiguen.
La cascarria ha sido compañera fiel de los fores de nuestros ancestros. En opinión de algunos entendidos la cascarria contemporánea ha perdido mucho en comparación con la antigua. Tanto yogur, tanto “bodimil”, tanto gel y tanto bidé han hecho que el mundo de la cascarria entre en decadencia.
Fases de formación:
1. Incubación: largo período de tiempo sin lavarse los bajos.
2. Escozor y enrojecimiento del fore. Si la dieta ha estado compuesta de pimientos y tomates en agua de sal esta fase es especialmente dura llegando a llorar los ojos del afectado.
3. Curación o adobo de la cascarria. En este momento ya ha desaparecido el escozor y aparece una agradable sensación de calor producida por la maceración de la goma de los calzoncillos/bragas, el vello, y la propia cascarria en sí.
Lingüísticamente, como expresión popular se utiliza “remojarse las cascarrias” para expresar baño.
Nota aclaratoria: no hablo por experiencia propia, sino después de un largo y continuado trabajo de campo recopilando testimonios de los afectados. /
