Aunque la tradición dice que las luminarias deben prenderse la noche anterior a la festividad de San Antón (17 de enero), en Socuéllamos la Asociación Cultural San Antón y el Ayuntamiento eligieron los días 13 y 14 para celebrar esta festividad.
Esas noches, principalmente la del sábado, las luminarias de San Antón volvieron a iluminar muchas calles de la localidad. Cientos de socuellaminos se reunieron alrededor de una hoguera; familias y amigos compartieron cena y charla calentados por el fuego.
Sobre las brasas se asaron todo tipo de productos porcinos, sardinas, patatas, y verduras; para acompañar había aperitivos de todo tipo; y todo ello regado con vino, cerveza, refrescos, y zurra. Y como postre: sequillos, tortas de harina, cañamones y un chupito de mistela.
Las hogueras se encontraban en todos los barrios, aunque fue en las afueras de la población, sobre tierra, donde más socuellaminos decidieron quemar ceporros, principalmente en las inmediaciones de la Plaza de Toros.
Las luminarias completaron la festividad de San Antonio Abad, cuya imagen encabezó en la tarde del sábado 14 el desfile de animales. /