La sociedad socuellamina ha dado esta tarde del domingo 29 de octubre las gracias al Santísimo Cristo de la Vega en la Santa Misa de Acción de Gracias organizada por la Hermandad del patrón de Socuéllamos.
Bodegas, cooperativas, almazaras, empresas agroalimentarias, asociaciones agrarias, de mujeres rurales o de catadores han realizado una ofrenda al Cristo agradeciéndole su protección.
La Corporación Municipal también ha estado presente así como la Reina de las Fiestas, María Exojo, su Dama, Aroa López, y el Majete del Barrio Casqueral y Estación, Javier García.
En la primera fila de asientos reservados para la Hermandad se encontraban el Hermano Mayor Honorario de 2023, Vicente Bustos, y los Hermanos de Mayor Edad homenajeados esta Feria, Constante Torrente y Eustaquio Moya. Detrás la directiva de la Hermandad encabezada por su presidenta Cecilia Sánchez.
La misa oficiada por el sacerdote Rafael Ruiz ha contado con la música de Solera Manchega.

Cecilia Sánchez ha leído esta oración de agradecimiento:
A menudo creemos que la oración sólo sirve para pedir y pocas veces para dar gracias. Es verdad que hemos de ser bastante más agradecidos con el Señor de lo que habitualmente somos. Sin embargo, la oración de petición también tiene su sentido. De hecho, nuestra vida se desarrolla en pedir y agradecer.
Dios quiere que le pidamos para que nos reconozcamos como somos: criaturas necesitadas. El mismo Jesús en su debilidad le pide al Padre: "que pase de mi este cáliz"
Pedir, tanto en la vida como en la oración, puede convertirse en una escuela de humildad, sobre todo cuando sabemos pedir aquello que necesitamos y además lo hacemos reconociendo nuestra propia vulnerabilidad. Es por esto por lo que Jesús insiste tanto en el evangelio en que pidamos. (cfr. Mt 26, 39).
En este día de Acción de Gracias pedimos que la tierra pueda dar sus frutos abundantes, y pedimos, por encima de todo, que sepamos compartirlos para que toda la humanidad se siente a la mesa del banquete al que TÚ nos invitas.
Pero no basta, ni sería bueno quedarnos sólo en la petición. Porque, aunque pedimos y necesitamos, es mucho más lo que recibimos. Por eso, nuestra petición tendría que ir siempre acompañada de una profunda gratitud.
El agradecer nos ensancha el corazón y nos humaniza. Cuando damos las gracias demostramos tener capacidad para darnos cuenta de que hemos recibido algo. El agradecimiento más que palabras, es una actitud ante la vida. /









