El Kiele Socuéllamos volvió a encontrarse con la derrota en el Gran Gaby, probablemente, la más difícil de digerir de las cuatro sufridas esta temporada y segunda en casa. El partido, que comenzó con buenas sensaciones y una grada completamente volcada, terminó dejando al conjunto manchego con la frustración de ver escapar una victoria que tocaba prácticamente con la punta de los dedos.
El encuentro se resolvió en el tie-break, después de que el Melilla consiguiera remontar un 2-0 adverso y llevarse finalmente el choque con un marcador de 2-3. Aunque el resultado deja un sabor amargo, las socuellaminas suman un punto más en la clasificación y continúan dentro de los puestos de play-off, confirmando que incluso en la derrota siguen siendo un rival competitivo.
El desarrollo del partido fue cambiante y lleno de emociones. En los dos primeros sets, el Kiele mostró su mejor versión: orden, confianza y acierto en el remate. En el primer parcial, la igualdad se mantuvo hasta el empate a 12, momento en el que Denia Bravo lideró una serie de ataques decisivos que llevaron al conjunto local a imponerse por 25-21. En el segundo set, la dinámica se repitió, con una alternancia de puntos y un cierre muy ajustado —25-23— que dejó al Gran Gaby soñando con una victoria rápida.
Pero el guion cambió a partir del tercer set. El Melilla reaccionó con un juego mucho más sólido, especialmente en bloqueo. La distribución inteligente de Galiano no fue suficiente para frenar la ofensiva visitante. La polaca Justyna Lukasik emergió entonces como figura clave, anotando varios puntos consecutivos y reduciendo la distancia en el marcador hasta sellar un contundente 12-20 que relanzó a su equipo.
El cuarto parcial arrancó con energía para las socuellaminas. Una espectacular defensa de Denia Bravo y un 5-3 inicial devolvían la ilusión a la grada, pero el conjunto melillense supo mantener la calma y tomar el control del juego. Con mayor consistencia táctica y un ataque certero, las visitantes cerraron el set 15-25, obligando a decidir el partido en el quinto y definitivo.
El tie-break confirmó la remontada. El Melilla impuso su autoridad desde el inicio con un bloqueo impenetrable y ataques precisos, mientras el Kiele no encontró la fórmula para frenar la avalancha rival. El dominio visitante silenció el pabellón y selló un triunfo trabajado y merecido.
A pesar del desenlace, el Kiele Socuéllamos mostró entrega, garra y una conexión constante con su afición. La clave para esta temporada estará en controlar la concentración en esos momentos decisivos que son los que dan la victoria, ya que el juego es solvente y sólido, en el momento que se logren dominar esos detalles tendremos un Kiele verdaderamente en lo alto de la competición.






Agradecimientos para las colaboradoras gráficas Ascen Collado y Lucía Romero del Hombrebueno





























