Decenas de niños entregaron la carta para Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente al Heraldo Real traído por la Cofradía de la Preciosísima Sangre de Cristo para todos los niños socuellaminos.
El Heraldo -este año del Rey Baltasar- se sentó en un trono colocado en la bola de luces situada en la Plaza de la Constitución, y los niños fueron entrando en ella para depositar su misiva en el saco que sería entregado después a Melchor, Gaspar y Baltasar.
Durante más de una hora el Heraldo atendió a los niños que se congregaron frente al Ayuntamiento. El emisario real conversó con los niños que embelesados le contaban sus deseos para la noche del día 5 de enero. Era enternecedor ver las caras de asombro de los pequeños, escucharles enumerar los juguetes que habían pedido, y confesar que habían sido muy buenos. Niños y padres vivieron una noche muy emotiva con el enviado de los Reyes Magos.
Antes de la llegada del representante de Sus Majestades, y durante toda la recogida de cartas, el Grupo Scout Baco entretuvo a los niños con juegos tradicionales con los que los pequeños disfrutaron en una magnífica tarde-noche previa a la Nochevieja. Este acto organizado por la Cofradía de la Preciosísima Sangre de Cristo también contó con la colaboración de Churrería Rayla, que endulzó y calentó con churros y chocolate un evento que ha de convertirse en una tradición de la Navidad socuellamina./
GALERÍA HERALDO REAL




























