Socuéllamos, 22 de diciembre de 2025
La Capilla de la Inmaculada ha acogido esta noche un emotivo encuentro en el que numerosos vecinos, tanto niños como adultos, han participado en la recogida de la Luz de la Paz de Belén. Con sus velas encendidas, los asistentes se llevaron a casa este símbolo de esperanza tras una celebración muy bonita y emotiva.
El origen de un gesto cargado de significado
En la ciudad de Belén, en Cisjordania, se levanta una basílica que la tradición cristiana identifica como el lugar del nacimiento de Jesucristo. Se trata de un templo modesto que, a lo largo de los siglos, ha atravesado incendios, conflictos armados y numerosos episodios adversos. En su interior, alrededor de una estrella de plata que señala el punto del nacimiento, permanecen encendidas de forma continua varias lámparas de aceite. De una de esas llamas surge la tradición de la Luz de la Paz.
Fue en 1986 cuando la ciudad austriaca de Linz impulsó por primera vez el viaje a Belén para recoger esta luz, dentro de un programa de iniciativas solidarias destinadas a apoyar a personas con discapacidad. Al año siguiente, en 1987, los scouts católicos de Austria asumieron la continuidad del proyecto y extendieron su difusión.
Hace aproximadamente dos décadas, el Grupo Scout Chaminade introdujo esta tradición en Ciudad Real, compartiéndola con las familias de su entorno. En Socuéllamos, la responsabilidad de traer y distribuir la Luz de la Paz ha recaído de manera habitual en el Grupo Scout Baco que se ha encargado los últimos años de este bonito gesto.













































