Socuéllamos, 28 de diciembre de 2025
El apellido Alcolea es el más numeroso entre los socuellaminos. En esta ocasión, una parte de quienes lo llevan —concretamente aquellos que tienen como mote o apodo “Quemaos”— se han reunido con motivo de la Navidad. La jornada comenzó con una visita al Museo Torre del Vino, para continuar posteriormente con un aperitivo y una comida en un conocido restaurante de la localidad. A la comida asistieron Alcoleas procedentes de Sevilla, Barcelona, Alcázar de San Juan, La Roda, Albacete y Alicante, además de los que continúan residiendo en Socuéllamos.
Todos ellos son descendientes de Julián Alcolea Bonilla, de quien heredaron el apodo. Este sobrenombre surgió a raíz de un desafortunado accidente ocurrido cuando Julián contaba apenas con unos meses de vida y, en un descuido de su madre, cayó al fuego, quedando su rostro marcado en una época en la que no existía cirugía especializada para este tipo de heridas.
Según recoge el libro del desaparecido José Lara, Socuéllamos, el sí de sus apodos, transcribimos a continuación la descripción que hacía de Julián:
“Fue este hombre, por su oficio, su corpulencia y trato, muy conocido. Su presencia como ganadero, casi siempre vistiendo sombrero cordobés, le hacía aparentar ser un señorito andaluz; no lo era; sí un manchego con gran humor, conocido como Julián ‘El Quemao’, por tener en la cara una marca desde niño. Tuvo familia numerosa, tantos, que ocuparon trabajos como ganaderos, carniceros, mecánicos o agricultores. Como quiera que los conocí durante muchos años, en mi opinión se debieron dedicar hijos e hijas a la comedia, pues valían para ello. ¡Lástima que no lo hiciera alguno!”

Imagen de Julián Alcolea, padre del que llevaría el mote 'El Quemao'





























