Transcribimo la nota de prensa que Unión de Uniones ha hecho llegar a este medio.
Agricultura financia a Medio Ambiente mientras deja sin pagar a miles de agricultores
La Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha está destinando fondos europeos diseñados para agricultores y ganaderos a sufragar gastos de la Consejería de Medio Ambiente, mientras mantiene impagos y recortes que afectan gravemente al sector.
Sr. Martínez Lizán, le recordamos que usted es el Consejero de Agricultura, no el de Hacienda. Generalmente, las consejerías o ministerios de Hacienda son quienes reparten los presupuestos aprobados entre el resto de áreas. Sin embargo, en Castilla-La Mancha este papel se ha duplicado, siendo ahora la Consejería de Agricultura la que financia a la de Medio Ambiente, algo totalmente irregular y poco habitual. La Consejería de Agricultura destina cien millones de euros anuales a dicha consejería para sufragar sus gastos. Nada tenemos que objetar a que la de Medio Ambiente organice sus actividades, pero sí a que se paguen con el dinero de los agricultores.
Hablamos de fondos procedentes de los Programas de Desarrollo Rural, dinero que llega desde Bruselas para agricultores y ganaderos y que, por arte de birlibirloque, acaba en la empresa pública GEACAM. Mientras tanto, Don Julián, usted tiene sin pagar a los jóvenes agricultores que se incorporaron en convocatorias anteriores; debe también los planes de mejora, las ayudas a razas autóctonas, apicultura, y ha expulsado a cinco mil agricultores ecológicos y a 700 jóvenes que deseaban incorporarse. Tampoco convoca numerosas líneas fundamentales, como la destinada a zonas con elevado riesgo de despoblamiento.
Usted no tiene dinero para pagar lo que debe ni para destinarlo a sus legítimos perceptores —agricultores y ganaderos—, que son quienes deben recibir los fondos de la Unión Europea. Sin embargo, utiliza ese dinero para sufragar los gastos de otra Consejería. Sí, ya sabemos que sigue fielmente las órdenes de Emiliano García-Page, su jefe, pero como consejero debería defender los intereses de su sector contra viento y marea, sin importar promesas electorales pasadas como convertir en personal fijo a los trabajadores de GEACAM o mantener un servicio de extinción de incendios «a coste cero». Cumpla con su deber, y si su jefe no se lo permite, luche por ello o dimita.
Usted ni ejerce como consejero de Agricultura ni nada, pues dedica su agenda casi por completo a inauguraciones, festejos, entregas de premios y otros saraos. Le recordamos que su lugar de trabajo es la Consejería de Agricultura, donde ha pisado más bien poco. Y nos preguntamos: ¿quién dirige los designios del campo castellano-manchego durante su ausencia? Le pagamos para que solucione los problemas del sector agropecuario, no para que pase el día de fiesta en fiesta, y mucho menos para que desvíe el dinero de los agricultores hacia la Consejería de Medio Ambiente.





























