Con la misma tónica climática de los días anteriores, el frío, el aire e incluso un poquitín de agua han hecho acto de presencia en la tarde del Miércoles de Ceniza, en el tradicional desfile carnavalero del Entierro de la Sardina. Un desfile que tradicionalmente suponía la clausura del Carnaval, ya que cuando comienza la Cuaresma la Iglesia prescribe el ayuno y la abstinencia por lo que no se comía carne y se sustituía por pescado (sardina).
Tanto ha sido así que la organización del Ayuntamiento ha decidido acortar el recorrido del Ferial a la plaza donde se encuentra la Carpa. Una vez llegado el desfile a la plaza unos operarios del consistorio asaban sardinas para que las probasen todos aquellos que lo desearan. Las sardinas han sido proporcionadas por la gentileza de la empresa Kiele y la leña para asarlas la ha aportado igualmente, de una manera desinteresada, Jesús Mañas, como lo vienen haciendo en años anteriores.
Lo que no ha variado es el salero y la imaginación de los participantes en el desfile que no han bajado el listón de la diversión a pesar del frío, como se puede apreciar en las imágenes que compartimos:
