La Sectorial Vitivinícola de Asaja de Castilla-La Mancha ha propuesto que los vinos que no se ajusten a la reglamentación de calidad comunitaria y los de explotaciones con rendimientos superiores a los marcados por la normativa regional, se retiren del circuito comercial y se destinen a biocombustibles.
Así lo acordó la sectorial vitivinícola de organización agraria durante la reunión que mantuvo en el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal (Iriaf) en Tomelloso, según ha informado Asaja en nota de prensa.
Además de la retirada del vino que no cumpla con la normativa europea de calidad de la zona vitícola a la que pertenece la región, Asaja también aboga por hacer los mismo con el que proceda de explotaciones "cuyo rendimiento declarado supere los 20.000 kilos por hectárea para variedades de uva tinta y los 25.000 kilos por hectárea para las variedades blancas".
Estas cifras figuran en una orden publicada el pasado 24 de julio la Consejería de Agricultura, que establece la posibilidad de controles en aquellas explotaciones vitícolas cuyo rendimiento declarado superen las cifras anteriormente señaladas.
Asaja ha pedido a la Consejería que destine la producción sobrante a la elaboración de biocombustibles y que abra procesos sancionadores en el caso de quienes incumplan.
Asimismo, la organización agraria propone subir las prestaciones vínicas del 10 % al 15 %, como otra medida de regulación del mercado, así como un incremento del 5 % dirigirlo al mercado de los biocarburantes, y aboga además por recuperar los mercados de mosto y alcoholes y por destinar la producción del vino de mayor calidad al consumo directo.
También ha defendido que Castilla-La Mancha debe de apostar por dar un valor añadido a los vinos de calidad, apostando por la venta de embotellados en detrimento del vino a granel y, en este sentido, ha recomendado a los viticultores que no hagan operaciones por debajo de unos precios mínimos en la próxima feria World Bulk Wine Exhibition que se celebrará en Ámsterdam.
Junto a estas propuestas, ha planteado también la necesidad de que se pongan en marcha medidas dirigidas a la trazabilidad real del producto elaborado con la uva, como la certificación de los productos o la gestión de las producciones, de tal manera que se puedan planificar adecuadamente las campañas presentes y evitar complicaciones en las futuras.
