En un libro titulado "Hitler’s Furies" la historiadora del Holocausto, Wendy Lower, expone la complicidad de decenas de miles de mujeres alemanas, en actividades criminales monstruosas. El Holocausto ha sido generalmente visto como un crimen perpetrado por hombres. La gran mayoría de los acusados en Nuremberg y otros juicios por crímenes de guerra eran hombres.
Las mujeres alemanas se vieron envueltas en la decadencia moral que era la Alemania de Hitler tocando fondo como los hombres. En un nivel inferior, en la mayoría de los casos, cuando se trata de la acción directa, pero cómplices de la misma. Irónicamente fueron las mujeres que se dedicaban a la Sanidad las primeras que practicaron las aberraciones nazis. Desde el momento en que los nazis llegaron al poder e impusieron políticas de la pureza racial aria, un sinnúmero de enfermeras, con sus delantales llenos de ampollas de morfina y agujas, sacrificaban diariamente a los discapacitados físicos y retrasados mentales.
Las peores aberraciones tuvieron lugar en el Frente Oriental, (Polonia, Ucrania y Rusia) Al menos medio millón de mujeres jóvenes se unieron a la colonización de estos territorios, y se convirtieron en cómplices del genocidio. Aquí os dejo algunas de estas fieras.
ERNA PETRI
La ama de casa alemana Erna Petri regresaba a su hogar después de haber salido de compras. Algo le llamó la atención: seis niños pequeños, casi desnudos acurrucados por el terror a un lado de la carretera. Casada con un oficial de alto rango de la SS, supo al instante que eran los niños judíos que habían escapado de un tren que los llevaba a un campo de exterminio. Ella tenía dos hijos así que los recogió los llevó a su casa les tranquilizó y les dio comida. Luego se llevó a los seis, el más mayor de doce años al bosque, los alineó en el borde de un agujero y les disparó metódicamente uno a uno con una pistola en la parte posterior del cuello.
PAULINE KNEISSLER
Trabajó en el Castillo de Grafeneck, un centro de eutanasia al sur de Alemania. Un día entró en instituciones mentales seleccionó a 70 "pacientes", que fueron gaseados en el mismo castillo. Para Pauline la cosa no tenía importancia, porque la muerte por gas no hacía daño.
LISELOTTE MEIER
Trabajaba en Europa del Este como administrativa de un oficial de las SS, del que era inseparable. Ella iba con él en partidas de caza en la nieve, pero cazaban judíos por diversión y deporte.
VERA WOHLAUF
Su esposo el capitán Julius comandó un batallón de la policía y ordenó en 1942 reunir a los 11.000 habitantes judíos de un pequeño pueblo para enviarlos a Treblinka para su liquidación. Ella se sentó junto a su marido en el asiento delantero del camión que conducía un convoy de sicarios. En la plaza del mercado blandiendo un látigo golpeaba a todos los que se resistían a la redada o caían derrumbados por el calor, ellas los golpeaba hasta la muerte. En ese momento Vera estaba embarazada.
JOHANNA ALTVATER
En Ucrania, la secretaria de 22 años de edad Johanna Altvater jugó un papel muy importante en una masacre, mientras trabajaba para el comisario regional Wilhelm Westerheide. Durante la liquidación de un gueto judío, Fräulein Hanna, como se la conocía, golpeaba a hombres, mujeres y niños hacía un camión, como un pastor de ganado.
Ella entró en un edificio utilizado como hospital improvisado y en la sala de pediatría, cogió a un niño lo llevó al balcón y lo arrojó desde un tercer piso. Ella repitió la acción con otros niños. Era su especialidad matar niños. Altvater atraía a los niños con golosinas. Cuando se acercaban a ella y abrían la boca, les disparaba en la boca con una pequeña pistola que guardaba.
JOSEFINE BLOCK
Era esposa de un miembro de la Gestapo, le gustaba llevar una fusta y golpear a los presos que iban a ser deportados. Una niña se acercó a ella, llorando y suplicando por su vida. Block la agarró por el pelo, la golpeó con los puños, y luego la empujó al suelo y le golpeó la cabeza hasta que estuvo muerta.
IRMA GRESE
En 1943, ingresó en el Campo de concentración de Auschwitz como SS Oberaufseherin (guardia femenina), y para finales de ese mismo año fue ascendida a supervisora, la segunda mujer de más alto rango en el campamento, después de María Mandel, a cargo de alrededor de 30.000 reclusas de origen judío. El ascenso se produjo a causa de su enorme sadismo.
Siempre usaba pesadas botas, látigo y pistola. ·Era conocida por dejar que perros se lanzaran encima de las presas para devorarlas, asesinaba a internas a tiros a sangre fría, torturaba a niños, abusos sexuales y palizas sádicas con su látigo trenzado hasta provocar la muerte de las víctimas.
En el Juicio de Bergen-Belsen fue condenada a la horca a los 22 años -la más joven condenada a muerte por leyes británicas en el siglo XX.
MARÍA MANDEL
Comenzó su carrera como guardia de prisión en Lichtenburg (Sajonia) en 1938, un año después fue transferida al campo de concentración de Ravensbrück. Su trabajo rápidamente impresionó a sus superiores, que la promovieron a SS-Oberaufseherin (Supervisora Senior).
El 7 de octubre de 1942, fue transferida al campo de Auschwitz (Polonia) donde fue ascendida a SS-Lagerführerin (Jefe de Campo). Allí controló directamente todos los campos y subcampos femeninos de Auschwitz y su poder sobre las prisioneras y sus subordinadas era absoluto.
Era conocida como "la Bestia" y durante dos años se encargó de seleccionar prisioneros para las cámaras de gas, entre ellos a los niños que iban a ser ejecutados. También firmó órdenes, enviando a un número estimado de 500.000 mujeres y niños a las cámaras de gas los campos de Auschwitz I y Auschwitz II.
Fue juzgada por crímenes contra la humanidad en una corte de Cracovia y sentenciada a muerte en la horca.
JA de la Torre