Este 2025 se cumplen 10 años desde que el Ayuntamiento de Socuéllamos conmemoró por primera vez el Día del Orgullo LGTBI+. Lo hicimos bajo gobierno socialista con un gesto sencillo pero lleno de significado: colgando la bandera LGTBI+ en el balcón del ayuntamiento.
Fue y sigue siendo un símbolo de visibilidad, de apoyo y de reconocimiento hacia todas las personas LGTBI+. Un gesto acorde con la legislación, sí, pero también con nuestros valores democráticos, con la convivencia y con la dignidad que merece cada persona en nuestro pueblo.
Pero este no es un año cualquiera. También se cumplen 20 años de uno de los mayores avances en derechos e igualdad para las personas LGTBI+: la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo. Veinte años después, podemos decir con orgullo que el amor ganó. Que la libertad ganó. Y que, frente a quienes anunciaban el fin de la familia, la realidad ha sido muy distinta: hoy hay más familias, más diversas, más libres y, sobre todo, más visibles.
En estos días estamos viendo multitud de actos, reivindicativos, festivos, de visibilidad del colectivo, de muestra del apoyo institucional en ayuntamientos y otras instituciones, sedes de sindicatos y otras entidades.
Por eso no entendemos ni compartimos que el actual gobierno del PP y VOX mire hacia otro lado en una fecha como esta. Como en años anteriores, hemos solicitado que el Ayuntamiento se sume a esta conmemoración. No ha habido respuesta. El silencio también comunica. Y duele.
La bandera arcoíris no es un simple trozo de tela. Es un mensaje claro de bienvenida, de respeto y de apoyo a quienes viven, trabajan o visitan Socuéllamos y forman parte del colectivo LGTBI+. Les dice que son valorados, que aquí también hay gente que se preocupa por su bienestar y que su existencia importa.
En resumen, colgar la bandera LGTBI+ en el Ayuntamiento no es solo un gesto simbólico: es una forma de avanzar en inclusión, de hacer visibles realidades que durante mucho tiempo han sido silenciadas, y de defender los derechos de todas las personas, sin excepción.
Ante el silencio del Ayuntamiento, seremos nosotras quienes colgaremos la bandera en nuestra casa del pueblo. Porque no vamos a renunciar a la visibilidad, ni al orgullo, ni a seguir construyendo un Socuéllamos donde quepamos todas las personas. Con bandera, con dignidad y con orgullo.
Socuéllamos, a 26 de junio de 2025
