5 de junio. Mes del Sagrado Corazón de Jesús. Miércoles de la IX Semana del Tiempo Ordinario.
Felicidades a los que se llaman Eoban, Adelario, Vintrungo, Gualterio, Amundo, Sevibaldo, Bosa, Vacaro, Gundecaro, Eluro, Atevulfo, Bonifacio, Doroteo, Eutiquio, Franco, Ilidio y Pedro.
Salmo: A ti, Señor, levanto mis ojos.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 12, 18-27
En aquel tiempo, se acercan a Jesús unos saduceos, los cuales dicen que no hay resurrección, y le preguntan:
«Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero no hijos, que se case con la viuda y de descendencia a su hermano”.
Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos; el segundo se casó con la viuda y murió también sin hijos; lo mismo el tercero; y ninguno de los siete dejó hijos. Por último murió la mujer.
Cuando llegue la resurrección y resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete han estado casados con ella».
Jesús les respondió:
«¿No estáis equivocados, por no entender la Escritura ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten, ni los hombres se casarán ni las mujeres serán dadas en matrimonio, serán como ángeles del cielo.
Y a propósito de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: “Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob”? No es Dios de muertos, sino de vivos. Estáis muy equivocados».
Palabra del Señor
San Bonifacio de Crediton obispo y mártir, que era monje en Inglaterra con el nombre de Wifrido por el bautismo, pero, llegado a Roma, el papa san Gregorio II le ordenó obispo, cambiándoselo a Bonifacio y enviándolo a Germania para anunciar a aquellos pueblos la fe de Cristo, donde logró ganar para la religión cristiana a mucha gente. Rigió la sede de Maguncia y hacia el final de su vida, al visitar a los frisios, en Dokkum fue asesinado por los paganos, consumando así su martirio. (s. VIII).
San Doroteo de Tiro obispo, que siendo aún presbítero, padeció mucho bajo el emperador Diocleciano, y en tiempo del emperador Juliano, con más de ciento siete años de edad, honró su ancianidad con el martirio, que consumó en Odyssopolis (Varna), Tracia (actual Bulgaria) (s. IV).
Santos Eoban y compañeros En Dokkum, en Frisia, santos Eoban, obispo, Adelario y nueve compañeros, que, junto con san Bonifacio, terminaron su vida con el martirio. Sus nombres: Vintrungo y Gualterio, presbíteros; Amundo, Sevibaldo y Bosa, diáconos; Vacaro. Gundecaro, Eluro y Atevulfo, monjes. (s. VIII).
San Eutiquio de Como obispo, insigne por su vida de oración, su amor a Dios y a la soledad. (s. VI)
San Franco de Assergi eremita, quien se construyó una celda en una cueva entre los abruptos montes Sabinos para huir de los visitantes, y se quedó en la localidad cercana de Assergi, más agreste, donde, según la leyenda, una osa con tres oseznos lo guió a una gruta y durante mucho tiempo le hizo compañía. En las fiestas principales del año se acercaba a Assergi para recibir la Comunión, quizás en la iglesia de Santa Maria en Silice.Aquí sucedió el episodio en el que salvó a un niño de las fauces de un lobo.(s. XII).
San Ilidio de Arvernia obispo, quien, llamado por el emperador a Tréveris para liberar a su hija de un espíritu inmundo, falleció al regreso del viaje. (s.IV).
San Pedro Spanò (Spina), eremita, célebre por su pobreza y compunción (s. XII).