Santoral del 6 de noviembre. Pedro, Inocencio, Severo, Alejandro, Esteban, Félix, Iltuto, Leonardo, Melanio, Pablo, Protasio, Teobaldo y Winoco.

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6 de noviembre. Mes dedicado a la oración por las almas del Purgatorio. Jueves de la XXXI Semana del Tiempo Ordinario.

Felicitamos a los que se llaman Pedro, Inocencio, Severo, Alejandro, Esteban, Félix, Iltuto, Leonardo, Melanio, Pablo, Protasio, Teobaldo y Winoco.


Salmo

El Señor es mi luz y mi salvación.


Evangelio de hoy

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (15,1-10):

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: «Ése acoge a los pecadores y come con ellos.»
Jesús les dijo esta parábola: «Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: «¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido.» Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles: «¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido.» Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.»

Palabra del Señor


San Pedro Poveda Castroverde, canonizado por la Iglesia católica en 2003 y también conocido simplemente como padre Poveda, fue un sacerdote católico, pedagogo y escritor español, fundador de la Institución Teresiana.

San Inocencio de la Inmaculada Concepción, fue un sacerdote y religioso pasionista español, asesinado durante la Revolución de Asturias de 1934. Considerado mártir por la Iglesia católica, fue canonizado en 1999.

San Severo. Vivió en la provincia romana tarraconense y se le sitúa en Barcelona hacia el año 300. Durante las persecuciones de Diocleciano, San Severo es elegido obispo de Barcelona, pero debe huir ante la persecución. No obstante, es capturado junto con otros sacerdotes y son hechos mártires en lo que hoy es San Cugat. (s. VII).

San Alejandro Sauli, que fue primero obispo de Aleria, en la isla de Córcega, y después de Pavía, y formó parte de la Congregación de los Clérigos Regulares de San Pablo, trabajando con gran caridad en favor de los pobres. (s. XVI).

San Esteban de Apt, obispo, que, famoso por su mansedumbre, organizó dos peregrinaciones a Jerusalén y restauró la iglesia catedral. (s. XI).

San Félix de Toniza, mártir, del que habló san Agustín cuando, dirigiéndose al pueblo, dijo: De veras feliz en el nombre y en la corona. Pues confesó; se fue atormentado; pero, al día siguiente, encontraron en la cárcel su cuerpo exánime (s. IV).

San Iltuto de Gales, abad, que fundó un cenobio, donde la fama de su santidad y eximia doctrina congregó gran número de discípulos. (s. VI).

San Leonardo de Noblac, ermitaño. (s. VI).

San Melanio de Rennes, obispo, que pasó al encuentro del Señor en el lugar llamado Placio, a la vera del río Vicenon, donde él mismo, con sus propias manos, había construido una iglesia y congregado a monjes para el servicio de Dios (s. VI).

San Pablo , obispo de Constantinopla y mártir, a quien expulsaron muchas veces los arrianos por mantener la fe nicea y otras tantas volvió a su sede, pero, al fin, el emperador Constancio le relegó a Cucuso, pequeña población de Capadocia, y allí mismo fue cruelmente estrangulado, según la tradición, por insidias de los arrianos. (s. IV).

San Protasio de Lausanne, al que se venera como obispo de Lausanne (s. VII).


San Teobaldo de Le Dorat, presbítero, que, siendo canónigo regular, fue encargado de la iglesia y nunca salía del cenobio más que para ponerse al servicio de los enfermos y atender a sus necesidades. (s. XI).

San Winoco de Taruanense, de origen bretón, primero fue recibido por san Bertino en la comunidad de monjes de Sithiu, y después construyó el monasterio de Wormhoudt, que dirigió santamente como prior, trabajando mucho con sus propias manos. (s. VIII)

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Santoral del 6 de noviembre. Pedro, Inocencio, Severo, Alejandro, Esteban, Félix, Iltuto, Leonardo, Melanio, Pablo, Protasio, Teobaldo y Winoco.

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6 de noviembre. Mes dedicado a la oración por las almas del Purgatorio. Jueves de la XXXI Semana del Tiempo Ordinario.

Felicitamos a los que se llaman Pedro, Inocencio, Severo, Alejandro, Esteban, Félix, Iltuto, Leonardo, Melanio, Pablo, Protasio, Teobaldo y Winoco.


Salmo

El Señor es mi luz y mi salvación.


Evangelio de hoy

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (15,1-10):

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: «Ése acoge a los pecadores y come con ellos.»
Jesús les dijo esta parábola: «Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: «¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido.» Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. Y si una mujer tiene diez monedas y se le pierde una, ¿no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas para decirles: «¡Felicitadme!, he encontrado la moneda que se me había perdido.» Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.»

Palabra del Señor


San Pedro Poveda Castroverde, canonizado por la Iglesia católica en 2003 y también conocido simplemente como padre Poveda, fue un sacerdote católico, pedagogo y escritor español, fundador de la Institución Teresiana.

San Inocencio de la Inmaculada Concepción, fue un sacerdote y religioso pasionista español, asesinado durante la Revolución de Asturias de 1934. Considerado mártir por la Iglesia católica, fue canonizado en 1999.

San Severo. Vivió en la provincia romana tarraconense y se le sitúa en Barcelona hacia el año 300. Durante las persecuciones de Diocleciano, San Severo es elegido obispo de Barcelona, pero debe huir ante la persecución. No obstante, es capturado junto con otros sacerdotes y son hechos mártires en lo que hoy es San Cugat. (s. VII).

San Alejandro Sauli, que fue primero obispo de Aleria, en la isla de Córcega, y después de Pavía, y formó parte de la Congregación de los Clérigos Regulares de San Pablo, trabajando con gran caridad en favor de los pobres. (s. XVI).

San Esteban de Apt, obispo, que, famoso por su mansedumbre, organizó dos peregrinaciones a Jerusalén y restauró la iglesia catedral. (s. XI).

San Félix de Toniza, mártir, del que habló san Agustín cuando, dirigiéndose al pueblo, dijo: De veras feliz en el nombre y en la corona. Pues confesó; se fue atormentado; pero, al día siguiente, encontraron en la cárcel su cuerpo exánime (s. IV).

San Iltuto de Gales, abad, que fundó un cenobio, donde la fama de su santidad y eximia doctrina congregó gran número de discípulos. (s. VI).

San Leonardo de Noblac, ermitaño. (s. VI).

San Melanio de Rennes, obispo, que pasó al encuentro del Señor en el lugar llamado Placio, a la vera del río Vicenon, donde él mismo, con sus propias manos, había construido una iglesia y congregado a monjes para el servicio de Dios (s. VI).

San Pablo , obispo de Constantinopla y mártir, a quien expulsaron muchas veces los arrianos por mantener la fe nicea y otras tantas volvió a su sede, pero, al fin, el emperador Constancio le relegó a Cucuso, pequeña población de Capadocia, y allí mismo fue cruelmente estrangulado, según la tradición, por insidias de los arrianos. (s. IV).

San Protasio de Lausanne, al que se venera como obispo de Lausanne (s. VII).


San Teobaldo de Le Dorat, presbítero, que, siendo canónigo regular, fue encargado de la iglesia y nunca salía del cenobio más que para ponerse al servicio de los enfermos y atender a sus necesidades. (s. XI).

San Winoco de Taruanense, de origen bretón, primero fue recibido por san Bertino en la comunidad de monjes de Sithiu, y después construyó el monasterio de Wormhoudt, que dirigió santamente como prior, trabajando mucho con sus propias manos. (s. VIII)

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