Aunque no ha querido que desvelemos su identidad, este estudiante socuellamino nos hace una crónica en primera persona de lo que está viviendo junto a sus compañeros voluntarios en el epicentro de la catástrofe. Tuvieron la iniciativa de ir a ayudar desde el primer momento en lo poco o mucho que pudieran. Llevan varios días acudiendo. Así nos cuenta él mismo las vivencias de hoy lunes:

- Salida en coche desde Valencia, aparcamos en el cementerio y caminamos 1h y media hasta Paiporta. Hoy lunes, teniendo en cuenta que la gente trabaja, se ven menos voluntarios en comparación a las turbas de los días anteriores, pero siguen yendo una cantidad considerable. La mayoría son jóvenes, universitarios. Hoy incluso vimos estudiantes extranjeros.
- Cuando cruzamos uno de los puentes de Paiporta, nos cruzamos a Joaquín Prat, un conocido tertuliano de Telecinco, entrevistando a una vecina. Hoy hemos notado algo más la presencia de los medios, pero en los días anteriores al domingo ninguna.
- No vamos con un objetivo fijo, sabemos que hay tanta gente a la que ayudar que por mucho que esté el ejército y los voluntarios, siempre acabas encontrando a alguien a quien le puedes echar una mano quitando barro y trastos de su casa. El primero que nos encontramos para ayudarle, un hombre y su familia que están limpiando un pequeño taller, el hombre ya se toma la situación de haber perdido el negocio con humor, sabiendo que no ha muerto gente cercana.


- Es el primer día que se nota la presencia del ejército, han llevado muchas excavadoras pequeñas pero con potencia que van abriendo camino en las calles llenas de escombros y trastos que ha ido sacando la gente de sus casas para que puedan pasar vehículos. Vemos como se le pincha la rueda, y comentan "otra vez", parece que es un problema el que se le estén pinchando continuamente las ruedas a estas excavadoras, puesto que más tarde vemos otra a la que le están cambiando la rueda.
- Por el camino, encontramos muchas calles en las que el lodo llega a cubrir por encima del tobillo, donde las alcantarillas no tragan por la acumulación de barro y pequeños objetos. Muchas de ellas empiezan a oler a podrido, a veces normal, y otras veces difícil de aguantar. En una de estas calles localizamos a un señor mayor en su garaje, limpiándolo. Nos acercamos para ofrecer ayuda. El hombre se llama Nicolás, toda su vida trabajó de carpintero y nos cuenta que su casa está bien puesto que vive en un tercero y su familia también. Se ha acercado por primera vez a su garaje, donde tiene su taller donde toda la vida ha tallado madera. Nos enseña una serie de tallas que hizo por cada signo del horóscopo, pero solo quedan cuatro, puesto que el resto las ha perdido por el agua. En su taller y el resto de la zona se observa por una línea de suciedad que el agua había llegado a los 2m y medio. También nos enseña un somier de cama que había tallado y que no quería tirar, pese a que observábamos que estaba para tirar. Le ayudamos a tirar trastos y a limpiar el barro. Él no utiliza guantes, pues tiene manos de carpintero. Acabamos pronto con la faena con la que le podíamos ayudar. No era mucha, pero al menos le hemos acompañado.

- Al salir, pregunto a un vecino asomado a la ventana si necesitaba algo. Responde que no, que están bien. El vecino, que notábamos que tenía una personalidad bastante particular, se queja de que incluso viviendo en un primero tiene barro en el piso, por el que trae la gente que pasa de la calle. Después, con tono irónico nos dice que a ver si dan la luz y le prende fuego al piso para no tener que limpiarlo. Finalmente se pone a despotricar contra el abandono del Estado.



- Por la calle, escuchamos a gente hablando del tema. "El rey, Mazón, y Sánchez, me da igual. Todos tienen la culpa.", "Ya verás como en unos meses todo el mundo se ha olvidado de nosotros". En distintos puntos de la ciudad vemos carteles denunciando la situación y dando gracias a los voluntarios.
- El siguiente sitio al que vamos es a una escuela de música, puesto que en su instagram habían publicado que iban a limpiarla este día. Al acercarnos vemos que la Dana la pilló con la reja bajada. Como no podían abrirla, lo que hacen es cortar un trozo y levantar esa parte, dejando un hueco por el que hay que pasar a gatas para poder entrar. Cuando llegamos nos encontramos a miembros de la banda achicando agua con capazos. El auditorio que hay dentro tiene pendiente hacia el escenario, por lo que estaba lleno de lodo. Durante toda la mañana habían estado achicando agua al punto de llegar a descubrir varias filas de asientos, pero sigue quedando mucha. Están totalmente a oscuras con la excepción de un chico que llevaba una linterna en la frente y olía fuerte. En cierto momento se para la cadena que iba llevando los capazos arriba, los cuales los tiraban a la alcantarilla más cercana que tragase hasta que llega un policía y nos pide que dejemos de hacerlo, para no atascar más.


- Nos dirigimos hacia una escuela que hace de centro de reparto de víveres a la espera de encontrarnos alguna calle más limpia para comernos los bocatas. Mientras terminamos de comérnoslos, observamos que en la entrada necesitan ayuda: no paran de llegar furgonetas con víveres y la cadena de gente no es lo suficientemente larga para que llegue a las aulas donde lo quieren dejar. Nos ponemos con ellos. En la planta baja acumulan los víveres y los reparten y en la primera hay servicio médico, incluyendo psicólogo y psiquiatra.

- También hemos visto a un cámara fotografiando a un bombero que posaba, para hacerse una de esas fotos que aparecen en las portadas de los periódico.
- Una furgoneta tras otra, no para de llegar agua, comida, y productos de higiene y limpieza. Vemos que muchas aulas ya están llenas. Las botellas y las garrafas de agua ya no sabemos dónde amontonarlos pero siguen viniendo más. Las botellas anteriormente puestas al aire libre se recolocan dentro para que no les de el sol. En general, parece que hay abastecimiento de sobra y que tendrán para suficiente tiempo. Uno de los policías que está ayudando a coordinar todo comenta que las furgonetas las han redirigido a ellos porque en otros sitios ya lo tienen lleno. Él dice que ha escuchado que hay pueblos todavía faltan cosas, pero piensa que es un bulo y que están todos bien abastecidos.
- Al final nos vamos a las 16:30 h., sabiendo que nos queda 1h y media de camino y no es buena idea que se nos haga allí de noche, sabiendo que hay muchas zonas donde todavía no llega la luz.
Aquí podemos ver algunos pequeños vídeos captados con el móvil: