Roma, 5 de noviembre de 2025. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Castilla-La Mancha ha estado presente esta semana en el Comité Mixto Hispano-Francés-Italiano del Vino, celebrado en Roma, a través de su responsable de Vino, Alejandro García-Gasco Alcalde. En el encuentro se han analizado los principales retos y preocupaciones del sector vitivinícola europeo, en un contexto marcado por el descenso generalizado de la producción, el consumo y los precios.
Según los datos oficiales presentados, de los que se ha hecho eco la organización agraria, la campaña vitivinícola europea ha sido especialmente corta, con una producción total de 150 millones de hectolitros, cifra muy por debajo de la media. Francia, afectada por condiciones climáticas adversas, ha producido 37 millones de hectolitros; España, 34 millones; e Italia, 47 millones. Esta tendencia viene acompañada de una caída generalizada de las exportaciones, tanto en volumen como en valor, lo que refleja la delicada situación del sector en su conjunto.
Durante su intervención, UPA trasladó su preocupación por la falta de medidas de mercado ante este escenario, y reclamó disponer de datos precisos sobre el potencial productivo que permitan analizar las causas estructurales del descenso de superficie y producción. En palabras de García-Gasco, “el problema en España no es de excedentes, sino de crisis de mercado y de consumo, como bien demuestran los datos”.
UPA advirtió, además, de las consecuencias que podría tener una campaña de producción normal en Europa, cercana a los 160 millones de hectolitros, si no se adoptan medidas de regulación adecuadas. En este sentido, la organización reclamó la puesta en marcha de actuaciones urgentes de mercado que contribuyan a estabilizar el sector y garantizar la viabilidad de las explotaciones vitivinícolas.
La organización también criticó la nueva propuesta de la Comisión Europea, que plantea un plan estratégico para el vino fragmentado por Estados miembros, dejando a cada país la responsabilidad de aplicar sus propias medidas y presupuestos. UPA considera que esta propuesta supone un retroceso, ignora las recomendaciones del Grupo de Alto Nivel del Vino y puede derivar en un “sálvese quien pueda”, especialmente en un contexto marcado por el cambio climático y las posibles nuevas plantaciones en terceros países.
Ante la actual bajada del consumo, los precios y el volumen de producción, UPA alertó de que esta situación repercute directamente en la rentabilidad económica y social de regiones vitivinícolas como Castilla-La Mancha, donde el viñedo constituye un pilar esencial del medio rural.
Por ello, la organización solicitará reuniones con el Ministerio de Agricultura y con la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha para analizar conjuntamente la evolución de la campaña, los datos de mercado y las perspectivas tanto a nivel regional como estatal. El objetivo, según señaló la organización, es “definir una posición común que permita defender con firmeza los intereses del sector vitivinícola español y castellano-manchego en los próximos debates europeos”.





























