Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha (CACLM) tomaba el pulso a la campaña de vendimia 2025 en nuestra región durante la reunión de su Comisión Sectorial Vitivinícola, celebrada en días pasados en la localidad conquense de Mota del Cuervo, y constataba una importante reducción de la cosecha respecto a las previsiones que la organización regional adelantó en la Asamblea del pasado 30 de julio en Tomelloso (Ciudad Real).
Si por entonces se hacía una estimación preliminar que superaba la cosecha de la pasada campaña 2024, dada la buena evolución de los viñedos por las lluvias de principios de año, lo cierto es que el calor extremo de los primeros veinte días de agosto ha causado en el viñedo castellano-manchego una merma importante, hasta el punto de rebajar las expectativas iniciales y estimar la campaña de vendimia 2025 en un volumen que rondará los 18,5 millones de hectolitros de vino y mosto.
Esta cifra, unida a unas existencias de inicio similares a las del año anterior —ya reducidas entonces—, dibuja un escenario con disponibilidades más escasas que en la campaña vitivinícola pasada, lo que, sin duda y según su sectorial, influirá notablemente en el desarrollo comercial de los transformados vitivinícolas que se elaboren en la presente campaña 2025/2026 en Castilla-La Mancha.
El calor sofocante de agosto, principal responsable de la reducción de la cosecha
Tras una primavera húmeda, con un mes de junio y una primera quincena de julio especialmente calurosos y con incidencia de tormentas —en algunos casos, desafortunadamente, acompañadas de granizo—, la vid se desarrollaba de forma satisfactoria en general, hasta que la ola de calor de la primera mitad de agosto fue desgastando y deteriorando los viñedos. Un calor sofocante y continuado, con temperaturas máximas superiores a los 40 ºC durante casi veinte días, provocó la deshidratación de gran parte de la superficie vitícola regional, reduciendo el peso y el número de racimos que se están recolectando.
Castilla-La Mancha, que en 2024 obtuvo prácticamente una cosecha media de 22,7 millones de hectolitros de vino y mosto, en la presente vendimia —según las estimaciones a 17 de septiembre y tras haberse comenzado ya la recolección de la variedad mayoritaria, la blanca Airén—, disminuiría alrededor de un 18 % respecto al año anterior, con algo más de 4 millones de hectolitros menos de vino y mosto.
Posiblemente la menor cosecha del siglo en España
A falta de que finalice la vendimia 2025, si se cumplieran las previsiones, Castilla-La Mancha podría representar el 58 % de la producción nacional en esta campaña, en la que España no alcanzaría los 32 millones de hectolitros de vino y mosto (en 2024, la producción vitivinícola fue de 36,8 millones de hectolitros). Esto supondría una disminución de más del 13 % respecto al año anterior y configuraría posiblemente la menor cosecha del siglo en España, incluso menor que la de 2023.
Con una producción europea que se prevé igual de escasa que en 2024 —en torno a los 145-146 millones de hectolitros—, junto a una cosecha media-baja en el hemisferio sur, de alrededor de 48 millones de hectolitros, se dibuja una producción vitivinícola mundial en 2025 muy parecida a la del año anterior, que fue de 228 millones de hectolitros (según la OIV). Así, encadenaríamos por tercera campaña consecutiva las tres menores cosechas mundiales del siglo XXI.
