7 de noviembre. Mes dedicado a la oración por las almas del Purgatorio. Jueves de la XXXI semana del tiempo ordinario
Felicitamos a los que se llaman: Ernesto, Amaranto, Atenodoro, Baldo, Cungaro, Engelberto, Florencio, Herculano, Hierón, Lázaro, Pedro, Prosdócimo y Wilibrordo.
Salmo: Que se alegren los que buscan al Señor.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
EN aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publícanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice:
“¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido”.
Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
O ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice:
“¡Alegraos conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido”.
Os digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta».
Palabra del Señor.
San Ernesto mártir, fue abad del monasterio benedictino de Zwiefalten en la región de Wurttemberg entre 1141 y 1146. Renuncia para ir a la segunda cruzada. Predica en Persia y Arabia. Es apresado por los sarracenos, torturado y muere en La Meca en 1148 mártir. (s. XII)
San Amaranto de Albi, mártir (s. III/ IV).
San Atenodoro de Neocesarea obispo, hermano de san Gregorio Taumaturgo, que fue tan aventajado en las letras divinas, que, pese a su juventud, se le consideró digno de ejercer el ministerio episcopal (s. IV).
San Baldo de Tours, obispo, que distribuyó en limosnas para los pobres el dinero que le había dejado su predecesor. (s. VI).
San Cungaro de Congresbury, abad, bretón de origen, con cuyo nombre se honran muchas poblaciones e iglesias (s. VI).
San Engelberto de Colonia, obispo, que por defender la justicia y libertad de la Iglesia, yendo de camino fue asaltado por unos sicarios, que le hirieron hasta causarle la muerte. (s. XIII).
San Florencio de Estrasburgo, obispo, sucesor de san Arbogasto. (s. VII).
San Herculano de Perugia, obispo y mártir, que, por orden de Totila, rey de los godos, fue decapitado. (s. VI).
San Hierón y compañeros en Melitene, Armenia mártir junto a sus numerosos compañeros. (s. III).
San Lázaro estilita (que no estilista) En el monte Galesio, cercano a Éfeso, en Asia, san Lázaro, estilita, que en diversos lugares vivió muchos años sobre una columna, cargado además de hierros y cadenas, y contento, con sólo pan y agua, con esta forma de vida tan austera, atrajo a muchos fieles. Buñuel hizo una película inspirado en un anacoreta que también estaba subido en una columna, “Simón del Desierto” (s. XI).
San Pedro Wu Guosheng catequista y mártir en la provincia china de Guizhou, fue estrangulado por su fidelidad a Cristo. (s. XIX).
San Prosdócimo de Padua, de difícil pronunciación, se tiene por el primer obispo de Padua en la región de Venecia. (s. II).
San Wilibrordo, inglés de nacimiento fue tenaz, paciente y valiente en su trabajo de evangelización sobre todo entre los frisones.(s. VIII).