Santoral del 28 de noviembre. Catalina, Andrés, Basilio, Cresconio, Edelboldo, Esteban, Eustasio, Félix, Vicis, Hebetdeo, Florenciano, Honesto, Hortelano, Irenarco, Jacobo, Lamano, Mansueto, Papiniano, Pedro, Rufo, Sóstenes (sic), Teodora y Urbano.

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28 de noviembre. Mes dedicado a la oración por las santas almas del Purgatorio. Jueves de la XXXIV semana del tiempo ordinario.

Hoy, si queremos cumplir debidamente, tendremos que felicitar a los que se llaman: Catalina, Andrés, Basilio, Cresconio, Edelboldo, Esteban, Eustasio, Félix, Vicis, Hebetdeo, Florenciano, Honesto, Hortelano, Irenarco, Jacobo, Lamano, Mansueto, Papiniano, Pedro, Rufo, Sóstenes (sic), Teodora y Urbano.

Salmo: Bienaventurados los invitados al banquete de bodas del Cordero.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que entonces está cerca su destrucción.
Entonces los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en medio de Jerusalén, que se alejen; los que estén en los campos, que no entren en ella; porque estos son “días de venganza” para que se cumpla todo lo que está escrito.
¡Ay de las que estén encintas o criando en aquellos días!
Porque habrá una gran calamidad en esta tierra y un castigo para este pueblo.
“Caerán a filo de espada”, los llevarán cautivos “a todas las naciones”, y “Jerusalén será pisoteada por gentiles”, hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles.
Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación».

Palabra del Señor.

Santa Catalina Labouré virgen, de las Hijas de la Caridad, la Virgen María la honró de manera singular por su simplicidad, caridad y paciencia.
Llamada Zoe en familia, nació en Bretaña, Francia, el 1806. Sus padres eran agricultores. Al quedar huérfana de madre a los 8 años le encomendó a la Santísima Virgen que le sirviera de madre, y la Madre de Dios le aceptó su petición. Como su hermana mayor se fue de monja vicentina, Catalina tuvo que quedarse al frente de los trabajos de la cocina y del lavadero en la casa de su padre, y por esto no pudo aprender a leer ni a escribir.
A los 14 años pidió a su papá que le permitiera irse de religiosa a un convento pero él, que la necesitaba para atender los muchos oficios de la casa, no se lo permitió. Y una noche vio en sueños a un anciano sacerdote que le decía: "Un día me ayudarás a cuidar a los enfermos". La imagen de ese sacerdote se le quedó grabada para siempre en la memoria.
Al fin, a los 24 años, logró que su padre la dejara ir a visitar a la hermana religiosa, y al llegar a la sala del convento vio allí el retrato de San Vicente de Paúl y se dio cuenta de que ese era el sacerdote que había visto en sueños y que la había invitado a ayudarle a cuidar enfermos. Siendo Catalina tuvo unas apariciones que la han hecho célebre en toda la Iglesia, el 27 de noviembre de 1830, estando por la noche en la capilla, de pronto vio que la Sma. Virgen se le aparecía totalmente resplandeciente, derramando de sus manos hermosos rayos de luz hacia la tierra. Y le encomendó que hiciera una imagen de Nuestra Señora así como se le había aparecido y que mandara hacer una medalla que tuviera por un lado las iniciales de la Virgen MA, y una cruz, con esta frase "Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y le prometió ayudas muy especiales para quienes lleven esta medalla y recen esa oración.

San Andrés Tran Van Trông mártir, que encarcelado y atormentado atrozmente, por negarse a pisar la Cruz fue degollado en tiempo del emperador Minh Mang. Siglo XIX.

San Basilio mártir monje.

San Edelboldo

San Esteban el Joven monje y mártir. En tiempo del emperador Constantino Coprónimo, por dar culto a las imágenes sagradas fue atormentado con variados suplicios y confirmó la verdad católica con el derramamiento de su sangre. Siglo VIII.

San Florenciano obispo.

San Honesto de Nimes sacerdote.

San Hortelano obispo.

San Irenarco mártir. Ejerciendo de verdugo se convirtió a Cristo motivado por la constancia de las mujeres cristianas y, bajo el emperador Diocleciano y el prefecto Máximo, murió decapitado en el siglo IV.

San Jacobo de la Marca presbítero, de la Orden de Hermanos Menores, esclarecido por su predicación y austeridad de vida.

San Lamano mártir.

San Mansueto de Uruci , san Urbano de Girba, san Crescente de Bizacena, san Hebetdeo de Teudali, san Eustasio de Sufes, san Cresconio de Oea, san Vicis de sabrata, san Papiniano y san Félix de Hadrumeto obispos mártires en la persecución de los vándalos, reinando el arriano Genserico, por defender la fe católica fueron quemados en todo su cuerpo con planchas de hierro incandescentes, y así consumaron su gloriosa agonía.

San Pedro, monje y mártir.

San Rufo

San Sóstenes

Santa Teodora abadesa discípula de san Nilo el Joven, maestra en la vida monástica. Siglo X.

28 de noviembre. Mes dedicado a la oración por las santas almas del Purgatorio. Jueves de la XXXIV semana del tiempo ordinario.

Hoy, si queremos cumplir debidamente, tendremos que felicitar a los que se llaman: Catalina, Andrés, Basilio, Cresconio, Edelboldo, Esteban, Eustasio, Félix, Vicis, Hebetdeo, Florenciano, Honesto, Hortelano, Irenarco, Jacobo, Lamano, Mansueto, Papiniano, Pedro, Rufo, Sóstenes (sic), Teodora y Urbano.

Salmo: Bienaventurados los invitados al banquete de bodas del Cordero.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que entonces está cerca su destrucción.
Entonces los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en medio de Jerusalén, que se alejen; los que estén en los campos, que no entren en ella; porque estos son “días de venganza” para que se cumpla todo lo que está escrito.
¡Ay de las que estén encintas o criando en aquellos días!
Porque habrá una gran calamidad en esta tierra y un castigo para este pueblo.
“Caerán a filo de espada”, los llevarán cautivos “a todas las naciones”, y “Jerusalén será pisoteada por gentiles”, hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles.
Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación».

Palabra del Señor.

Santa Catalina Labouré virgen, de las Hijas de la Caridad, la Virgen María la honró de manera singular por su simplicidad, caridad y paciencia.
Llamada Zoe en familia, nació en Bretaña, Francia, el 1806. Sus padres eran agricultores. Al quedar huérfana de madre a los 8 años le encomendó a la Santísima Virgen que le sirviera de madre, y la Madre de Dios le aceptó su petición. Como su hermana mayor se fue de monja vicentina, Catalina tuvo que quedarse al frente de los trabajos de la cocina y del lavadero en la casa de su padre, y por esto no pudo aprender a leer ni a escribir.
A los 14 años pidió a su papá que le permitiera irse de religiosa a un convento pero él, que la necesitaba para atender los muchos oficios de la casa, no se lo permitió. Y una noche vio en sueños a un anciano sacerdote que le decía: "Un día me ayudarás a cuidar a los enfermos". La imagen de ese sacerdote se le quedó grabada para siempre en la memoria.
Al fin, a los 24 años, logró que su padre la dejara ir a visitar a la hermana religiosa, y al llegar a la sala del convento vio allí el retrato de San Vicente de Paúl y se dio cuenta de que ese era el sacerdote que había visto en sueños y que la había invitado a ayudarle a cuidar enfermos. Siendo Catalina tuvo unas apariciones que la han hecho célebre en toda la Iglesia, el 27 de noviembre de 1830, estando por la noche en la capilla, de pronto vio que la Sma. Virgen se le aparecía totalmente resplandeciente, derramando de sus manos hermosos rayos de luz hacia la tierra. Y le encomendó que hiciera una imagen de Nuestra Señora así como se le había aparecido y que mandara hacer una medalla que tuviera por un lado las iniciales de la Virgen MA, y una cruz, con esta frase "Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y le prometió ayudas muy especiales para quienes lleven esta medalla y recen esa oración.

San Andrés Tran Van Trông mártir, que encarcelado y atormentado atrozmente, por negarse a pisar la Cruz fue degollado en tiempo del emperador Minh Mang. Siglo XIX.

San Basilio mártir monje.

San Edelboldo

San Esteban el Joven monje y mártir. En tiempo del emperador Constantino Coprónimo, por dar culto a las imágenes sagradas fue atormentado con variados suplicios y confirmó la verdad católica con el derramamiento de su sangre. Siglo VIII.

San Florenciano obispo.

San Honesto de Nimes sacerdote.

San Hortelano obispo.

San Irenarco mártir. Ejerciendo de verdugo se convirtió a Cristo motivado por la constancia de las mujeres cristianas y, bajo el emperador Diocleciano y el prefecto Máximo, murió decapitado en el siglo IV.

San Jacobo de la Marca presbítero, de la Orden de Hermanos Menores, esclarecido por su predicación y austeridad de vida.

San Lamano mártir.

San Mansueto de Uruci , san Urbano de Girba, san Crescente de Bizacena, san Hebetdeo de Teudali, san Eustasio de Sufes, san Cresconio de Oea, san Vicis de sabrata, san Papiniano y san Félix de Hadrumeto obispos mártires en la persecución de los vándalos, reinando el arriano Genserico, por defender la fe católica fueron quemados en todo su cuerpo con planchas de hierro incandescentes, y así consumaron su gloriosa agonía.

San Pedro, monje y mártir.

San Rufo

San Sóstenes

Santa Teodora abadesa discípula de san Nilo el Joven, maestra en la vida monástica. Siglo X.

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Santoral del 28 de noviembre. Catalina, Andrés, Basilio, Cresconio, Edelboldo, Esteban, Eustasio, Félix, Vicis, Hebetdeo, Florenciano, Honesto, Hortelano, Irenarco, Jacobo, Lamano, Mansueto, Papiniano, Pedro, Rufo, Sóstenes (sic), Teodora y Urbano.

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28 de noviembre. Mes dedicado a la oración por las santas almas del Purgatorio. Jueves de la XXXIV semana del tiempo ordinario.

Hoy, si queremos cumplir debidamente, tendremos que felicitar a los que se llaman: Catalina, Andrés, Basilio, Cresconio, Edelboldo, Esteban, Eustasio, Félix, Vicis, Hebetdeo, Florenciano, Honesto, Hortelano, Irenarco, Jacobo, Lamano, Mansueto, Papiniano, Pedro, Rufo, Sóstenes (sic), Teodora y Urbano.

Salmo: Bienaventurados los invitados al banquete de bodas del Cordero.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que entonces está cerca su destrucción.
Entonces los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en medio de Jerusalén, que se alejen; los que estén en los campos, que no entren en ella; porque estos son “días de venganza” para que se cumpla todo lo que está escrito.
¡Ay de las que estén encintas o criando en aquellos días!
Porque habrá una gran calamidad en esta tierra y un castigo para este pueblo.
“Caerán a filo de espada”, los llevarán cautivos “a todas las naciones”, y “Jerusalén será pisoteada por gentiles”, hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles.
Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación».

Palabra del Señor.

Santa Catalina Labouré virgen, de las Hijas de la Caridad, la Virgen María la honró de manera singular por su simplicidad, caridad y paciencia.
Llamada Zoe en familia, nació en Bretaña, Francia, el 1806. Sus padres eran agricultores. Al quedar huérfana de madre a los 8 años le encomendó a la Santísima Virgen que le sirviera de madre, y la Madre de Dios le aceptó su petición. Como su hermana mayor se fue de monja vicentina, Catalina tuvo que quedarse al frente de los trabajos de la cocina y del lavadero en la casa de su padre, y por esto no pudo aprender a leer ni a escribir.
A los 14 años pidió a su papá que le permitiera irse de religiosa a un convento pero él, que la necesitaba para atender los muchos oficios de la casa, no se lo permitió. Y una noche vio en sueños a un anciano sacerdote que le decía: "Un día me ayudarás a cuidar a los enfermos". La imagen de ese sacerdote se le quedó grabada para siempre en la memoria.
Al fin, a los 24 años, logró que su padre la dejara ir a visitar a la hermana religiosa, y al llegar a la sala del convento vio allí el retrato de San Vicente de Paúl y se dio cuenta de que ese era el sacerdote que había visto en sueños y que la había invitado a ayudarle a cuidar enfermos. Siendo Catalina tuvo unas apariciones que la han hecho célebre en toda la Iglesia, el 27 de noviembre de 1830, estando por la noche en la capilla, de pronto vio que la Sma. Virgen se le aparecía totalmente resplandeciente, derramando de sus manos hermosos rayos de luz hacia la tierra. Y le encomendó que hiciera una imagen de Nuestra Señora así como se le había aparecido y que mandara hacer una medalla que tuviera por un lado las iniciales de la Virgen MA, y una cruz, con esta frase "Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y le prometió ayudas muy especiales para quienes lleven esta medalla y recen esa oración.

San Andrés Tran Van Trông mártir, que encarcelado y atormentado atrozmente, por negarse a pisar la Cruz fue degollado en tiempo del emperador Minh Mang. Siglo XIX.

San Basilio mártir monje.

San Edelboldo

San Esteban el Joven monje y mártir. En tiempo del emperador Constantino Coprónimo, por dar culto a las imágenes sagradas fue atormentado con variados suplicios y confirmó la verdad católica con el derramamiento de su sangre. Siglo VIII.

San Florenciano obispo.

San Honesto de Nimes sacerdote.

San Hortelano obispo.

San Irenarco mártir. Ejerciendo de verdugo se convirtió a Cristo motivado por la constancia de las mujeres cristianas y, bajo el emperador Diocleciano y el prefecto Máximo, murió decapitado en el siglo IV.

San Jacobo de la Marca presbítero, de la Orden de Hermanos Menores, esclarecido por su predicación y austeridad de vida.

San Lamano mártir.

San Mansueto de Uruci , san Urbano de Girba, san Crescente de Bizacena, san Hebetdeo de Teudali, san Eustasio de Sufes, san Cresconio de Oea, san Vicis de sabrata, san Papiniano y san Félix de Hadrumeto obispos mártires en la persecución de los vándalos, reinando el arriano Genserico, por defender la fe católica fueron quemados en todo su cuerpo con planchas de hierro incandescentes, y así consumaron su gloriosa agonía.

San Pedro, monje y mártir.

San Rufo

San Sóstenes

Santa Teodora abadesa discípula de san Nilo el Joven, maestra en la vida monástica. Siglo X.

28 de noviembre. Mes dedicado a la oración por las santas almas del Purgatorio. Jueves de la XXXIV semana del tiempo ordinario.

Hoy, si queremos cumplir debidamente, tendremos que felicitar a los que se llaman: Catalina, Andrés, Basilio, Cresconio, Edelboldo, Esteban, Eustasio, Félix, Vicis, Hebetdeo, Florenciano, Honesto, Hortelano, Irenarco, Jacobo, Lamano, Mansueto, Papiniano, Pedro, Rufo, Sóstenes (sic), Teodora y Urbano.

Salmo: Bienaventurados los invitados al banquete de bodas del Cordero.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que entonces está cerca su destrucción.
Entonces los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en medio de Jerusalén, que se alejen; los que estén en los campos, que no entren en ella; porque estos son “días de venganza” para que se cumpla todo lo que está escrito.
¡Ay de las que estén encintas o criando en aquellos días!
Porque habrá una gran calamidad en esta tierra y un castigo para este pueblo.
“Caerán a filo de espada”, los llevarán cautivos “a todas las naciones”, y “Jerusalén será pisoteada por gentiles”, hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles.
Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación».

Palabra del Señor.

Santa Catalina Labouré virgen, de las Hijas de la Caridad, la Virgen María la honró de manera singular por su simplicidad, caridad y paciencia.
Llamada Zoe en familia, nació en Bretaña, Francia, el 1806. Sus padres eran agricultores. Al quedar huérfana de madre a los 8 años le encomendó a la Santísima Virgen que le sirviera de madre, y la Madre de Dios le aceptó su petición. Como su hermana mayor se fue de monja vicentina, Catalina tuvo que quedarse al frente de los trabajos de la cocina y del lavadero en la casa de su padre, y por esto no pudo aprender a leer ni a escribir.
A los 14 años pidió a su papá que le permitiera irse de religiosa a un convento pero él, que la necesitaba para atender los muchos oficios de la casa, no se lo permitió. Y una noche vio en sueños a un anciano sacerdote que le decía: "Un día me ayudarás a cuidar a los enfermos". La imagen de ese sacerdote se le quedó grabada para siempre en la memoria.
Al fin, a los 24 años, logró que su padre la dejara ir a visitar a la hermana religiosa, y al llegar a la sala del convento vio allí el retrato de San Vicente de Paúl y se dio cuenta de que ese era el sacerdote que había visto en sueños y que la había invitado a ayudarle a cuidar enfermos. Siendo Catalina tuvo unas apariciones que la han hecho célebre en toda la Iglesia, el 27 de noviembre de 1830, estando por la noche en la capilla, de pronto vio que la Sma. Virgen se le aparecía totalmente resplandeciente, derramando de sus manos hermosos rayos de luz hacia la tierra. Y le encomendó que hiciera una imagen de Nuestra Señora así como se le había aparecido y que mandara hacer una medalla que tuviera por un lado las iniciales de la Virgen MA, y una cruz, con esta frase "Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y le prometió ayudas muy especiales para quienes lleven esta medalla y recen esa oración.

San Andrés Tran Van Trông mártir, que encarcelado y atormentado atrozmente, por negarse a pisar la Cruz fue degollado en tiempo del emperador Minh Mang. Siglo XIX.

San Basilio mártir monje.

San Edelboldo

San Esteban el Joven monje y mártir. En tiempo del emperador Constantino Coprónimo, por dar culto a las imágenes sagradas fue atormentado con variados suplicios y confirmó la verdad católica con el derramamiento de su sangre. Siglo VIII.

San Florenciano obispo.

San Honesto de Nimes sacerdote.

San Hortelano obispo.

San Irenarco mártir. Ejerciendo de verdugo se convirtió a Cristo motivado por la constancia de las mujeres cristianas y, bajo el emperador Diocleciano y el prefecto Máximo, murió decapitado en el siglo IV.

San Jacobo de la Marca presbítero, de la Orden de Hermanos Menores, esclarecido por su predicación y austeridad de vida.

San Lamano mártir.

San Mansueto de Uruci , san Urbano de Girba, san Crescente de Bizacena, san Hebetdeo de Teudali, san Eustasio de Sufes, san Cresconio de Oea, san Vicis de sabrata, san Papiniano y san Félix de Hadrumeto obispos mártires en la persecución de los vándalos, reinando el arriano Genserico, por defender la fe católica fueron quemados en todo su cuerpo con planchas de hierro incandescentes, y así consumaron su gloriosa agonía.

San Pedro, monje y mártir.

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